El otro día comentaba que el nombre de Burra tiene guasa, cierto.
Pero no menos tenía toda la estancia de allí... Y es que está claro que no me he aburrido en estos tres meses. Ni por los niños, ni por los viajes, que realmente no me he estado rascando la barriga todo el tiempo, si no, no me hubiera crecido tanto.
Así que bueno, continuaba para bingo el asunto, ya que entre la hospitalidad local consiste en hacernos partícipes, pero de verdad, de cómo es su vida y su día a día... Y si en Pirie fuimos a ver las minas, pues aquí tocaba recoger ovejas y transportarlas.
Así que al día siguiente, creo que era lunes, me tocaría levantarme a las 6 de la mañana para meterme en un camión y recoger ovejas por el condado para llevarlas al Mercado de Adelaida, así que, entre llamadas de teléfono por problemillas de una de mis niñas y el colegio, una copa para relajar los nervios, y un poco de tele... A la cama. Porque si no, ya te digo yo quién se iba a levantar.
Lo de las ovejas hay que reconocer que fue curioso, estuvimos en tres pueblos y recogimos unas 500 ovejas, ó puede que alguna más, y 6 horas más tarde casi podía intuir Adelaida, pero se quedó en eso, una mera intuición, porque tocó volver a casita. Ducha y a dormir, que estaba muerta de sueño y al día siguiente tocaba ir al cole.... Sí, de nuevo, volvía a clase.
Aunque esa noche pude comprobar que Australia no se andan con tonterías, cuando hay calorcito se les incendia medio país, si llueve tienen inundaciones hasta en el desierto, y si hay viento lo primero te quedas sin luz (porque fijo que tiró algún poste) y lo segundo te sientes como Dorothy por Oz, volando! Qué manera de soplar, ya lo quisiera el Lobo del cuento, parecía que se iba a caer la casa, pero tanta oveja y tanto viaje en el camión (me río yo de las plataformas vibradoras) pues servidora estaba molida y se durmió como un bebé.
Y, por supuesto, a probar nuevas asignaturas tras el tour correspondiente por las instalaciones. Hoy: Agriculture Studies. En donde aprendimos una gran lección: en la vida lo más importante es la actitud. Bueno, eso y a sacar brillo a los arreos de los bueyes, porque lo del Adelaide Show parecían los Oscars de los animales, y tal vez alfombra roja no habría, pero había que vestir a las vacas, ovejas y demás cabestros, como si Armani les fuera a llevar por el desfile de la mano.
Pero el tema del Adelaide Show da para una entrada propia, ya que es un evento bastante grande e importante en todo el Estado, y casi diría que en todo el país...
Después de la sesión fotográfica con Sánchez (nombre de uno de los mulos en honor, cada año, al último estudiante de intercambio que tuvieron) nos fuimos a despedir de la familia Venezolana recientemente afincada en Burra y luego particular sesión fotográfica de despedida haciendo el canelo.
Y así, al día siguiente a primera hora de la mañana cogía un bus de Burra a Adelaida para reencontrarme con la rubia en lo que ellas dejaban a la alemana en el aeropuerto, para perderla de vista unos 5 días en los que ella estaría en las playas del Norte y nosotras en el frío del Sur.
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