lunes, 27 de febrero de 2017

Unbreakable, they're alive, damn it!

Si he de recomendar una terapia, además de la meditación, es ver series como Unbreakable Kimmy Schmidt cuando uno está de bajón, y un Pinot Noir.

Pero no voy a hacer una crítica de series, todavía no, aún espero tener un poco más de material loco por aquí. El caso es que aprovechando mi senectud, mi incipiente Alzheimer, voy a volver a repetir mis estilos pasados: ¡que me vuelvo de pastora de pequeñas bestias sin domar en periodo estival! O lo que es lo mismo, el mes pasado reenvié mi CV a mi querida ex agencia, a ver si con un poco de suerte, vuelvo allende los mares este verano. Lo mismo debería ampliar horizontes y moverlo por otras, dado que mi querida ex-jefa con nombre de cantante potente, ya se ha jubilado. Lo que pasa es que me gustaba su forma de hacer las cosas, y me encantan sus destinos.

Este año pretendía irme a Canadá, que con la situación que tenemos por EEUU lo mismo me deportan según pise suelo yankee, lo malo es que si elijo Canadá no puedo ir al Madcool, y por ahí no paso. No, no, no. Por lo que parece que intentaré pedir San Diego, que también tiene buena pinta, todo lo que incluya un Parque de Atracciones me vale, y este encima tiene buen tiempo y playita, así que: Viva California!

Está claro que los taitantos son los nuevos 25. Y lo seguirán siendo durante el próximo lustro, así que, mis queridos grillos, recordad, que seguiré cumpliendo 25 (con su rima) durante la próxima década, hasta que mi yo del presente y mi realidad alternativa se reencuentren, y luego volvemos a empezar. (sí, ya sé que primero hablé de lustros, pero, quien dice lustro, dice década)

Así que, unbreakable! We are alive! y volvemos a la carga. Diría que tengo mucho que actualizar, pero paso.

Puerta la cierra.